Un vistazo al complejo proceso de reparar un portaaviones nuclear de 300 metros.


Hacer mantenimiento a cualquier tipo de embarcación es un proceso engorroso y bastante complicado. Es necesario desarmar muchas de las piezas (incluyendo parte del casco) para reparar todo eso que el mar se ha comido con el tiempo. Pero hacer reparaciones de este tipo a un portaaviones gigantesco son palabras mayores.

Los portaaviones de clase Nimitz son de los más antiguos en servicio en la Armada estadounidense. Se trata de 10 navíos con más de 300 metros de largo que funcionan a base de reactores nucleares. Pero al haber entrado en servicio hace más de 40 años, en 1975, ocasionalmente es necesario hacer mantenimiento de todas sus partes y esto más que un trabajo es toda una aventura. Un documental bajo la responsabilidad de Dry Dock muestra al detalle todo el complicado proceso de desmontar las piezas del portaaviones, repararlas, pintarlas y volver a ensamblar para que funcione a la perfección. Es un trabajo muy difícil que lleva meses y necesita de muchos hombres.

De hecho, simplemente hacer mantenimiento a la cadena que sujeta el ancla es un trabajo que puede tomar semanas. Cada uno de los eslabones de la cadena pesa más de 150 kilos, necesario para que puedan soportar el ancla de 30 toneladas, y es necesario desarmar la cadena y pintar sus partes con un material que la protegerá del agua salada, al menos hasta la próxima ronda de restauración. Lo más complicado pareciera ser el proceso de hacer mantenimiento al reactor nuclear que potencia esta enorme nave, el cual es capaz de empujar unas 97.000 toneladas de agua cuando avanza usando sus gigantescos motores. Pero la realidad es que toda la labor de restauración es delicada y debe ser realizada a la perfección para que el portaaviones pueda durar muchos años más en servicio. (Jesús.R.G.)

Fuente: http://es.gizmodo.com/
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