Se prueba con éxito un nuevo sistema antimisiles para proteger Moscú.




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Este sistema se encuentra en las tropas de la 9ª división antimisiles en la aldea de Sófrino-1 (a 50 kilómetros al norte de Moscú). En las inmediaciones se encuentra un radar Don-2N, que por su apariencia externa recuerda a una pirámide maya y que cumple tareas de detección de misiles balísticos intercontinentales enemigos y de lanzamientos desde el sistema antimisiles A-235 Nudol.
“La modernización del sistema de defensa antimisiles de Moscú de la serie A-135 a la serie A-235 lleva en marcha desde principios de los años 2000. En la actualidad, el sistema ya está equipado con nuevos misiles”, señala la fuente. Según comenta a RBTH Víktor Litovkin, experto militar de TASS, el sistema de defensa antimisiles de la zona de Moscú, que también es capaz de derribar objetivos en el espacio cercano, es un programa secreto de la industria militar rusa. A finales del año pasado un equipo de rodaje del canal de televisión gubernamental Zvezdá, que colabora directamente con el Ministerio de Defensa de Rusia, obtuvo acceso en exclusiva a las pruebas del sistema antimisiles.

Prehistoria del A-235 Nudol
Litovkin explica que según el acuerdo sobre la limitación de sistemas antimisiles firmado entre la URSS y EE UU en 1972, ambas partes se comprometían a desplegar un máximo de dos sistemas alrededor de sus capitales y en la zona adyacente a la concentración de plataformas de lanzamiento de misiles balísticos intercontinentales. Sin embargo, dos años después Moscú y Washington acordaron limitarse a un sistema de este tipo a su elección. De este modo, la Unión Soviética desplegó el sistema para la protección contra misiles balísticos intercontinentales nucleares alrededor de su capital y EE UU hizo lo propio en su base de Grand Forks, en Dakota del Norte. Según recuerda el experto, inicialmente el sistema A-135 estaba equipado con misiles 53T6, GAZELLE según la clasificación de la OTAN. 

“Estos sistemas de misiles son capaces de interceptar misiles balísticos del enemigo que vuelan a una velocidad de hasta 7 km por segundo y a una altitud de hasta 5 km. Para Litovkin la principal diferencia del nuevo modelo respecto a su predecesor consiste en que lleva una ojiva cinética, y no nuclear. “Un misil balístico intercontinental se mueve a velocidad hipersónica en una nube de objetivos falsos. Distinguir la única ojiva nuclear en esta “masa” es una tarea muy complicada. Por esta razón, inicialmente los sistemas 53T6 estaban equipados con ojivas nucleares que interceptaban todos los misiles de un potencial enemigo de golpe y gracias a la explosión nuclear destruía todos los objetos de ataque del enemigo”, señala Litovkin. Sin embargo, las tecnologías avanzan y actualmente el gobierno ha dado instrucciones para descartar el máximo de víctimas humanas que provocaría la radiación de dos explosiones nucleares. (Jesús.R.G.)

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