Están a punto de concluir, en medio de las tensiones, los mayores ejercicios militares conjuntos realizados hasta la fecha entre Corea del Sur y EE.UU..


Corea del Sur y Estados Unidos están a punto de dar por finalizadas, esta semana, sus maniobras anuales conjuntas, de dos meses de duración; sin embargo, se espera un incremento de las tensiones mientras Corea del Norte se prepara para llevar a cabo una nueva prueba nuclear, dijeron fuentes este viernes. Según un oficial militar, está previsto que el ejercicio Foal Eagle concluya oficialmente mañana, aunque hoy acabarán todos sus programas de entrenamiento al aire libre. 

El sábado, el último día de los ejercicios, será asignado a desmantelar los campamentos y retirar a las tropas, el armamento y el equipamiento militar ensamblado, informó. Las maniobras anuales comenzaron el pasado 7 de marzo junto con el ejercicio de puesto de mando Key Resolve, que duró dos semanas. Los ejercicios de este año, los mayores de su clase realizados hasta el momento, tuvieron lugar después de que Corea del Norte realizase su cuarta prueba nuclear en enero y el lanzamiento de un cohete de largo alcance en febrero. En las maniobras participaron cerca de 300.000 soldados surcoreanos y 17.000 estadounidenses, junto con el portaaviones nuclear estadounidense USS John C. Stennis (CVN-74) y los vehículos anfibios de asalto, de clase Wasp, USS Bonhomme Richard (LHD 6) y USS Boxer (LHD-4). 

Asimismo, integraron el OPLAN 5015, firmado recientemente por los dos aliados, que abarca la opción de un ataque preventivo contra las instalaciones militares clave y la cúpula gobernante de Corea del Norte. El portavoz del Ministerio de Defensa, Moon Sang-gyun, dijo a los reporteros, que, durante los ejercicios, ambos aliados demostraron su fuerte determinación para proteger la península coreana a través de varios entrenamientos de preparación para defenderse contra la intimidación norcoreana, y se centraron en el proceso de desplegar los refuerzos estadounidenses en el caso de una emergencia e intensificar la operabilidad de las misiones conjuntas de las tropas de ambos países. Este año Corea del Norte realizó protestas inusualmente intensas por los ejercicios, denunciados habitualmente por el país comunista como un ensayo para invadir su territorio. 

Pyongyang lanzó misiles de corto y medio alcance durante el período de las maniobras, incluido el disparo, el jueves pasado, de dos misiles balísticos Musudan de alcance intermedio, los cuales se cree que fueron fallidos. El canciller norcoreano, Ri Su-yong, dijo esta semana a los reporteros en su viaje a Nueva York, que si Corea del Sur y Estados Unidos ponen fin a sus ejercicios conjuntos, Corea del Norte detendría sus pruebas nucleares. Sin embargo, el presidente estadounidense, Barack Obama, rechazó rotundamente la oferta, diciendo que los dos aliados no tienen planes de poner fin a las maniobras. Se cree que Corea del Norte se está preparando para llevar a cabo su quinto ensayo nuclear antes de que tenga lugar, el 6 de mayo, el primer congreso de su gobernante Partido de los Trabajadores en más de tres décadas. (Jesús.R.G.)


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