Comenzó las actividades de adiestramiento el submarino ARA “Salta” de la Armada Argentina.


Realizó una navegación de adiestramiento específico e integrado con una unidad de superficie. Mar del Plata - Comienza el año operativo y entre sus primeras actividades, el submarino ARA “Salta” –perteneciente al Comando de la Fuerza de Submarinos con sede en la Base Naval Mar del Plata– concretó una navegación de adiestramiento específico e integrado con la corbeta ARA “Granville”.


El “Salta” zarpó la semana pasada con sus 37 tripulantes y personal en comisión al mando del Capitán de Fragata Sebastián Marco. Como cada año, se incorporó personal submarinista entre oficiales y suboficiales recibiendo además a quienes recientemente obtuvieron la especialidad de submarinistas. 


En las primeras navegaciones del año la dotación se adiestra en diversas capacidades tales como rol de siniestro y abandono, en lanzamiento de Fuerzas Especiales y en pruebas de profundidad. Al mismo tiempo, el personal se prepara específicamente en sus respectivas funciones. 

 
Los planeros de proa y popa se desempeñan al momento de cambiar la profundidad; el equipo de ataque maneja la información de posición, movimiento y velocidad de las unidades de superficie, entre otros datos; en tanto que el personal de especialidad maquinista y electricista actúa en pruebas de profundidad, entre otras funciones.

“Se trata de un adiestramiento interno de la unidad para que cada tripulante sepa qué hacer”, contó el Capitán Marcó y agregó que “en el adiestramiento específico el submarino cumple también actividades de reconocimiento de costas, lanzamiento de Fuerzas Especiales y ataques a unidades de superficie en forma simulada”.

Asimismo, el ARA “Salta” aprovechó a la corbeta ARA “Granville, perteneciente a la División Patrullado Marítimo que se encontraba navegando en la zona, para efectuar un ejercicio de combate antisubmarino. En la ejercitación el submarino utiliza sus instrumentos para su detección, clasificación, ploteo de movimientos y cálculo de sus parámetros cinemáticos.

“El balance de la navegación es positivo porque es la primera para el grupo que llegó de pase al submarino, nos dice dónde estamos parados y es útil para trabajar en ello antes de la siguiente navegación”, reflexionó el Capitán Marcó.

Los nuevos
Hay personal submarinista que llegó destinado al “Salta” por primera vez y otros que recientemente obtuvieron la especialidad. Entre estos últimos está el Teniente de Fragata Emmanuel Rodríguez quien tiene a su cargo Servicios y el Detall General –parte administrativa del personal– y cubre guardia de Navegación. Él mismo contó que está “aplicando los conocimientos adquiridos en la Escuela de Submarinos y Buceo, en el submarino clase 209, para ir asimilando experiencia”.

A su turno, el Cabo Segundo armas submarinas Danilo Casimiro, operador de TLT (Tubo Lanza Torpedo) y que cubre guardia de planero de proa, afirmó de la experiencia que “es novedoso todo y, especialmente, algo muy práctico porque te permite aplicar el conocimiento teórico en los diferentes roles y ejercitaciones”.

Pruebas de profundidad
Llegado el momento de la inmersión, cuando el submarino desciende a una profundidad indicada, importa, entre varios pasos, tener la profundidad adecuada bajo el casco. 

Al cubrir el rol de inmersión, el jefe del procedimiento es el oficial más antiguo del Departamento Máquinas quien se ocupa de revisar válvulas y de concretar una doble verificación de los sistemas y compartimientos. Al finalizar le informa al comandante que todos los mecanismos están preparados para ir a inmersión y, a continuación, se cierra la escotilla y se da inicio al descenso.

El submarino navega en diferentes profundidades verificando en cada una compartimientos y sistemas. 

Hasta los 13 metros se ubica a plano de periscopio, apéndice que se utiliza para visualizar el horizonte; otro apéndice es el snorkel a través del cual ingresa el aire para su renovación en el interior del submarino y para los motores de combustión externa, para que a través de ellos los generadores carguen las baterías que se usan para el motor eléctrico de propulsión y así poder desplazar a la unidad.


A los 30 metros es el plano de seguridad respecto de las unidades de superficie y sus cascos; mientras que desde 50 metros en adelante se comprueba la respuesta de los compartimientos y sistemas.

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Comentarios

  1. es lamentable el estado de abandono en que se sumergio la marina de guerra de mi pais , espero que en el futuro se retome el buen camino de volver a ser una fuerza operativa que sirva para defender los litorales maritimos argentinos ......seria de desear que se volviera a reactivar el astillero domecq garcia que fue el primer astillero de submarinos de sudamerica .....una pena

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