Airbus admite retrasos en la entrega de los A400M pero no espera cancelaciones.


El fabricante europeo Airbus presentó ayer resultados trimestrales, que saldó con un beneficio neto de 1.400 millones de euros, un 16 por ciento más, en los primeros nueve meses del año. A falta del cierre del último trimestre, la compañía aeronáutica advirtió de nuevos riesgos en el programa del avión de transporte militar que se ensambla en Sevilla, el A400M, del que admite retrasos sobre el calendario de entregas a los países que responden a demoras y tensiones en la cadena de suministro del avión, lo que ha provocado que este año se hayan entregado cuatro aeronaves tres a Francia y una a Turquía, aunque la próxima semana el Reino Unido recibirá su primera unidad y haya previsión de entregar otros dos aparatos, el primero alemán y otro turco.

Según precisaron ayer fuentes del constructor aeronáutico, hay que enmarcar estas dificultades en la complejidad del programa de un avión totalmente nuevo, puesto que se están registrando demoras en la incorporación de algunas capacidades militares «que los países quieren para ya» pero que aún no están instaladas en el avión, que tiene una configuración básica, y aludió también a los distintos ritmos que se siguen «en algunas zonas, donde vamos más adelantados mientras que en otras estamos más retrasados», sin concretar más. La comunicación de resultados de la compañía advierte, además, de la entrada en vigor desde el pasado día 1 de noviembre de una cláusula recogida en el contrato que firmó el fabricante con los siete países clientes mediante la cual se permite ejercer el derecho de cancelación contractual, si bien desde la compañía no se aclaró qué condiciones o requisitos deben darse para que un país anule alguno de sus encargos. 

Por contra, Airbus Defence & Space consideró altamente improbable que se lleve a cabo ese derecho de cancelación, que no ven como un factor de riesgo. Desde la compañía, se insistió en que se está mejorando la cadencia de producción aunque difícilmente se alcanzarán los once aviones cuya entrega estaba prevista para este año y que «la secuencia de las mejoras progresivas y de las entregas se encuentra en fase de negociación con los clientes». El consiguiente impacto sobre los costes si se demoran las entregas, también lo hacen los ingresos vinculados a ese hito, se está evaluando y la compañía informó a sus accionistas que los recogerá en las cuentas del ejercicio 2014. Así pues, «la evolución negativa de los costes y los riesgos, motivada sobre todo por la funcionalidad de tipo militar, retrasos en la aceptación del avión y aumento de la cadencia de producción, junto con las correspondientes acciones de mitigación, están siendo objeto de evaluación», agregó. (Jesús.R.G.)


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