El gasto en Defensa disminuye en Occidente mientras China, Rusia y Arabia Saudí han doblado sus gastos militares en diez años.

El gasto militar mundial llegó a los 1,75 billones de dólares en 2013, una caída del 1,9% en términos reales desde 2012, según los datos publicados esta semana por el Instituto Internacional de Investigaciones para la Paz de Estocolmo (Sipri). La disminución del total global del gasto se debe a la reducción que se ha producido en los países occidentales, con Estados Unidos a la cabeza, a pesar del incremento en el resto de las regiones del mundo. De hecho, si no se tuviesen en cuenta los gastos estadounidenses, los costes militares habrían crecido un 1,8% en el mundo. La caída del gasto militar norteamericano en 2013, del 7,8%, es, según la organización sueca, resultado del fin de la guerra en Irak, del inicio de la retirada de Afganistán, y de los efectos de los recortes presupuestarios automáticos aprobados por el Congreso de EE UU en 2011. Al mismo tiempo, las políticas de austeridad continúan determinando la tendencia a la baja en la Europa central y del oeste y en otros países de occidente. Por su parte, según las explicaciones de Sam Perlo-Freeman, director del Programa de Gasto Militar del Sipri, “el incremento del gasto militar en países emergentes y en desarrollo continúa avanzando”.  

“Mientras en algunos casos es el resultado natural del crecimiento económico o una respuesta a necesidades legítimas de seguridad”, añade, “en otros representa un derroche de los ingresos obtenidos de los recursos naturales, la dominación de regímenes autocráticos, o de emergentes carreras de armamento regionales”. China, Rusia y Arabia Saudí son, después de  Estados Unidos, los mayores inversores en defensa del mundo tras haber más que doblado sus gastos en defensa desde el año 2004. Junto a ellos, otros veinte países más han incrementado estas partidas en una proporción similar en la última década, según los datos presentados esta semana por el Instituto Internacional de Investigaciones para la Paz de Estocolmo (Sipri). Mientras China aumentó sus gastos militares el año pasado en un 7,45 %, lo que le permitió sumar un gasto militar de 188.000 millones de dólares y contribuir más que ningún otro país al incremento del 3,6% que se experimentó en el conjunto de Asia y Oceanía durante 2013. En esta región China también contribuye indirectamente al aumento de los gastos militares en países como Filipinas y Vietnam por las disputas territoriales que mantiene con ellos.

Además, apunta Sam Perlo-Freeman, director del Programa de Gasto Militar del Sipri, “la preocupación de Japón por el crecimiento del poder militar de China, combinado con las propias políticas internas del gobierno japonés, han llevado al país nipón a poner fin a su larga y gradual disminución del gasto militar”. Aún así, continúa Perlo-Freeman, “el mayor incremento en la región en 2013 fue el de Afganistán, con un 77 %, puesto que está construyendo sus fuerzas de seguridad en preparación por la retirada de la mayoría de fuerzas extranjeras a finales de 2014”. Rusia por su parte alcanzó los 87.800 millones de dólares en 2013, en cifras estimadas, y ya dedica el 4,1% de su PIB a etas partidas, superando a EE UU, que emplea el 3,9 % del valor de su economía. En cuanto a Arabia Saudí, aumentó sus gastos militares un 14%, hasta alcanzar los 67.000 millones de dólares en 2013, y un 118% desde 2004. El peso de los costes de defensa en su economía ya alcanza el 9,4%, muy por encima del resto de los quince países que más gastan en armamento del mundo, que oscilan entre el 1% de su PIB de Japón y el 4,1% de Rusia, y se mantienen en una media del 2,4%.


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