La Fuerza Aérea de EE.UU. recibió el primer bombardero estratégico B-1 Lancer actualizado en el marco del ambicioso programa de dar una segunda
vida a toda la flota del único avión con ala de geometría variable
activo en Estados Unidos. La actualización de estos 'veteranos' de la Guerra Fría comprende tres
cambios principales: una cabina de pilotaje frontal y trasera
modernizada, un nuevo sistema de diagnosis y un enlace de datos Link 16,
innovaciones que mejoran el conocimiento de la situación de la
tripulación, según la Fuerza Aérea de Estados Unidos (USAF).
El
kit de modernización, llamado 'estación' de combate integrada
(Integrated Battle Station) y que acaba de recibir la primera aeronave
de poderosa flota de los bombarderos de largo alcance B-1B Lancer,
incorpora pantallas de información a color, mapas digitales que se
orientan automáticamente y un nuevo sistema de diagnóstico que puede
mejorar significativamente la efectividad de la aeronave en combate,
entre otras novedades.
Esta actualización es la más sofisticada de la larga historia de
modernizaciones de los B-1B (más de 100 unidades construidas). Como
resultado, la tripulación conseguirá más información sobre la situación
durante un combate. Además, los canales de comunicación protegidos
aumentarán la capacidad de destruir los objetivos que se asignen a los
pilotos. La actualización de las aeronaves se lleva a cabo en la base aérea de
Tinker, Oklahoma. El kit de actualización lo suministra Boeing. Está
previsto que la actualización de toda la flota de los B-1 termine antes
de finales de 2019. A
día de hoy quedan menos de 200 aviones estratégicos en servicio en
EE.UU. y solo 20 de ellos son del tipo más avanzado: el B-2, un aparato
furtivo pero de uso y mantenimiento muy caros. Actualmente, el B-1B es el único bombardero estratégico supersónico de Estados Unidos.
¿Por qué es tan importante esta aeronave?
La Fuerza Aérea de EE.UU.
acarició durante varios años la idea de desarrollar un nuevo bombardero
pesado, pero el mayor problema que ha afrontado es conseguir la
financiación suficiente para el ambicioso proyecto, puesto que el tiempo
estimado para diseñar y desarrollar tal aeronave ronda los 15 años y el
coste de un aparato puede llegar a los 550 millones de dólares (a los
precios actuales).
En resumidas cuentas, el futuro de la nueva generación de bombarderos
estratégicos tripulados es incierto y, mientras se desarrolla un
bombardero estratégico no tripulado, el mando de la Fuerza Aérea
prefiere 'reavivar' a los veteranos B-52 y B1-B. Concebido en los 60 como un bombardero supersónico con suficiente
alcance y carga útil como para reemplazar al Boeing B-52 Stratofortress,
el B-1resurgió en los 80 con la versión B-1B, enfocada en el bombardeo
de incursión a baja cota. Entró en servicio en 1986 con el Mando Aéreo
Estratégico de la USAF como bombardero nuclear. En los años 1990 el B-1B fue modificado para ser usado como bombardero
convencional. Entró en combate por primera vez durante la Operación
Zorro del Desierto en 1998 y después en el bombardeo de la OTAN sobre
Yugoslavia del año siguiente. Posteriormente el B-1B continuó apoyando a
las tropas de la OTAN en Afganistán e Irak.
Comentarios
Publicar un comentario
EL APARTADO DE COMENTARIOS DE ESTE BLOG ESTÁ MODERADO. SI EL COMENTARIO CONTIENE INSULTOS HACIA UNA NACIÓN, PERSONA ETC... SERÁ BORRADO AL INSTANTE PARA UNA MEJOR CONVIVENCIA EN EL MISMO, UN SALUDO Y GRACIAS POR COMENTAR.