Rogozin: “El nuevo armamento se vuelve inteligente”.

Дмитрий Рогозин ракетный комплекс Метис 106-ая гвардейская воздушно-десантная дивизия ВДВ Тульская область

La capacidad defensiva de Rusia requiere de un nuevo enfoque científico-técnico que unirá en sí mismo el trabajo de los representantes de las ciencias militares, fundamentales y aplicadas. Esto fue declarado en la reunión de la Academia de Ciencias de Rusia por el vicepresidente del gobierno de la FR, Dmitri Rogozin. El complejo militar-industrial de Rusia, que en gran parte funciona a cuenta de sus potencialidades productivas y científicas creadas durante el periodo soviético, ya hoy no puede corresponder a las tendencias actuales. En primer lugar esto se refiere al armamento de alta exactitud, señaló Dmitri Rogozin: "Solamente un ciego no ve lo que está ocurriendo en la rama militar. Se le puede caracterizar, completamente, como una revolución. Ello está relacionado con el desarrollo de armamento de alta exactitud, con los métodos y formas de su utilización; con la cantidad, este armamento, se hace barato, y, por consiguiente, masivo. Esto llevará a nuevas formas de guerra, a formas sin contactos con la pretensión de negar el balance estratégico que ha mantenido la paz a lo largo de todo el periodo de la posguerra". 

El nuevo armamento se convierte en más inteligente, señaló Dmitri Rogozin, y para su producción se hace necesario crear una nueva base de componentes electrónicos, completamente independiente de los suministros desde el exterior. También señaló el vice premier que para la modernización del complejo militar industrial de Rusia se requiere llevar a cabo una revolución en las ciencias rusas: "Necesitamos un nuevo proyecto científico técnico. Prácticamente hemos agotado todo lo que nos quedó del periodo soviético, hay que crear todo nuevamente. Esto son, nuevas velocidades, sistemas de dirección que abarquen todo un estrato de diferentes clases de tropas, son nuevos materiales, nuevos principios. Si ahora mismo no establecemos las bases para lo nuevo, y establecerlas podremos solamente a partir del diálogo entre las ciencias militares, fundamentales y aplicadas, pues simplemente no podremos realizar éste programa, significará que nos atrasaremos". Alcanzar el éxito en ésta dirección, según considera Rogozin, será posible gracias a la creación de una nueva clase creativa de la industria militar rusa en la faz de los constructores generales, una especie de élite del pensamiento ingeniero-constructivo, capaces de arriesgarse en sus búsquedas y de hallar soluciones nuevas, revolucionarias.

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