El comandante en Jefe de la Fuerza Aérea de Brasil afirma que Dilma Rousseff elegirá en muy poco tiempo el nuevo caza brasileño.


Además de confirmar que el 31 de diciembre de este año serán desprogramados los Mirage 2000 (de los que solo quedan 6 en orden de vuelo) y utilizados algunos F-5M provenientes de Río de Janeiro, Canoas y Manaus, en un nuevo período de transición para la dotación provisoria del Grupo de Defensa Aérea (GDA) basado en Anápolis, responsable de la protección de Brasilia y un arco de 1500 kilómetros alrededor, el Tte. Brigadier del Aire Juniti Saito afirmó que la presidente brasileña elegirá las nuevas aeronaves de combate "en poco tiempo", expresando ciertos temores por la "fragilidad del espacio aéreo brasileño". 
 
Las declaraciones fueron formuladas ante la Comisión de Relaciones Exteriores y Defensa del Parlamento brasileño, agregando que el informe final sobre los futuros cazas fue entregado a principios del 2010 y que la presidencia tienen plenas condiciones "para elegir el avión, que lo mejor sería que fuera aquel que pudiéramos construir juntos", reflexionó el jerarca aeronáutico, quien también afirmó que los tres postulantes finales (el Boeing  Súper Hornet, el Saab Gripen NG y el Dassault Rafale F3) han mejorado sensiblemente sus ofertas. En medio de este largo proceso licitador, el diario brasileño O Globo publicó documentos filtrados por Edward Snowden revelando cómo EE.UU. vigilaba las comunicaciones de Internet en Brasil, entre otros países latinoamericanos. Una vez definido el vencedor, recordó Saito, que el contrato llevaría entre 8 y 12 meses en firmarse, produciéndose la primer entrega de la nueva aeronave, entre 4 y 6 años después. El jefe de la FAB aprovechó la ocasión para anunciar también, que el primer AMX modernizado al estándar A-1 plenamente operacional, será recibido el mes próximo, en un proyecto de Embraer, que tiene como primer sub contratista a AEL.

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