La especial dificultad de la misión de los instructores militares españoles en Malí. Son tropas violentas, impulsivas y con escasa preparación.

España colabora con la misión de formación de militares malienses aportando cincuenta instructores militares. Algunos de ellos ya conocen de antemano lo que allí se encontrarán: efectivos con escasa preparación y muy impulsivos. Existen "riesgos", dicen. La misión de estos militares será formar a las tropas del mermado ejército de Malí de cara a que en un futuro próximo puedan asumir de forma efectiva la seguridad del desierto del Sahel, plagado actualmente de grupos terroristas asociados con Al Qaeda. Los primeros 50 instructores españoles –podrían llegar a 100 antes de final de mayo- que forman parte de la misión ya están en Senegal, donde esperarán hasta este verano cuando se produzca el relevo de efectivos franceses por tropas de la ONU en Bamako. Sin embargo, según ha sabido El Confidencial Digital, los militares que forman parte de esta misión ya conocen de antemano los principales obstáculos que se les presentarán en sus tareas de formación. 

Les ha llegado tanto de ‘colegas’ franceses como de informes de la misión. Tal y como cuentan fuentes militares españolas a ECD, el principal problema de su misión será la escasa –“prácticamente nula”- preparación militar de los efectivos a formar. Deberá ser necesario “empezar casi de cero”. Ponen como ejemplo la forma de coger las armas. “Parece que han aprendido a disparar viendo películas de acción”. Empuñan de lado los rifles, realizan ‘tiros ciegos’ –sin ver a su objetivo, lo que puede provocar ‘fuego amigo’- o sujetan con una sola mano sus rifles –llegando incluso a provocarse lesiones en cara y torso por el retroceso-. Además, tal y como han podido saber por parte de los franceses que ya han compartido campo de batalla con tropas malienses, son “tremendamente violentos y muy impulsivos. No entienden lo que es el sigilo, y en ocasiones ponen en peligro a sus compañeros revelando su posición”.

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