Armas convencionales como aceleradoras de la carrera nuclear.


Los espectaculares avances en el diseño de armas convencionales de precisión y armas hipersónicas, robots de destino militar y aviones no tripulados (drone, en inglés) que está desarrollando EEUU, en el marco de la concepción del golpe global rápido, ha permitido a este país hacerse con el dominio absoluto en el ámbito militar. 

A primera vista, las armas convencionales de precisión deberían desempeñar un papel positivo, reduciendo la importancia de los armamentos nucleares y, por consiguiente, contribuyendo a su reducción. Sin embargo, últimamente se contornea una tendencia de signo inverso. La supremacía absoluta de algunos Estados en el área de armas convencionales estimula la aspiración de otros a poseer el arma nuclear, resalta el experto del Instituto de Estudios Internacionales, Andréi Ivanov: La experiencia de las incursiones estadounidenses, en el último cuarto del siglo pasado y a comienzos del siglo XXI, ha puesto en evidencia que los países carentes de sistemas modernos de armamento son incapaces de hacer frente a las agresiones extranjeras empleando armas convencionales. De ahí que la posesión de armas nucleares pase a ser para ellos poco menos que la única garantía de su soberanía e integridad territorial. Como consecuencia, el desarrollo de armas de precisión se ha convertido en uno de los factores que socavan el régimen de no proliferación de armas nucleares.

Las armas convencionales de precisión como los misiles de crucero, los aviones hipersónicos y los drones existen ya en grandes series y no solo en EEUU. Hablando con rigor, las armas de precisión ya pasaron a ser una parte constitutiva de los arsenales estratégicos. En combinación con el sistema de defensa antimisiles (DAM), estas armas bien podrían alterar el equilibrio político-militar en el orbe. El sistema de defensa antimisiles, en determinada medida, resta importancia al factor de disuasión nuclear, dando la impresión de que, en caso de asestar el primer golpe, el país agresor cuenta con la posibilidad de escudarse contra el golpe de represalia. Todo ello aumenta notoriamente la probabilidad de un conflicto con el empleo de armas nucleares.

Justamente, por esta razón, el despliegue en Europa del sistema estadounidense de defensa antimisiles suscita una seria preocupación no solo en Rusia, sino en otros países también, señala Andréi Ivanov: Rusia y China están preocupados por los preparativos de EEUU y sus aliados con vistas a desplegar un sistema de defensa antimisiles en Asia. Esta preocupación se debe, entre otras cosas, a los avances en el desarrollo de los sistemas que, al parecer, no guardan relación alguna con la defensa antimisiles: armas de precisión y armas hipersónicas, robots con fines militares y aviones no tripulados que está desarrollando EEUU, en el marco de la concepción del golpe global rápido. Moscú y Pekín acordaron promover la cooperación en el área de la defensa antimisiles e invitaron a la comunidad internacional a abstenerse, en la medida de lo posible, de emplazar tales sistemas. La tendencia a una menor importancia de la disuasión nuclear que se perfila últimamente, no puede dejar de tener en vilo a Rusia y China, obligando a estos países a desarrollar sus propias armas de precisión. Mientras tanto, los países que, de momento, no poseen tales posibilidades tecnológicas, como, por ejemplo, Corea del Norte, optan por desarrollar a ritmo acelerado las “habituales” armas nucleares.

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