Los servicios de inteligencia investigan la existencia de infiltrados de Al Qaeda en el Ejército español. La CIA alerta de posibles soldados radicales en los regimientos de Ceuta y Melilla.

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Los servicios de inteligencia españoles han intensificado la búsqueda de posibles elementos de corte yihadista en el Ejército de Tierra. El origen de este movimiento es una advertencia de la CIA estadounidense tras detectar contactos de militares norteamericanos con radicales y posibles réplicas en España. Los regimientos de Ceuta y Melilla se han convertido en el principal objetivo de investigación por parte de los servicios de inteligencia españoles. Fuentes de toda solvencia, consultadas por El Confidencial Digital, confirman que las pesquisas se mantienen abiertas desde hace un año pero se han intensificado en los últimos meses.

Los analistas buscan un perfil de soldado diferente al “clásico”: individuos que no muestren especial identificación con la cultura islámica y parezcan incluso ‘occidentalizados’: que beban alcohol, que fumen, que coman sin respetar las restricciones impuestas por el Corán y que no participen de actos religiosos de la comunidad musulmana local. Se trata de una técnica de camuflaje muy utilizada por el terrorismo islámico que opera en Occidente, sobre todo por la rama radical Takfir wal-Hijra, cada vez más presente en España. Durante operaciones de yihad, los combatientes pueden eludir cualquier obligación religiosa, e incluso ‘jurar’ lealtad a un ‘enemigo’ extranjero.

Las fuentes consultadas hablan –con muchas reservas- de la existencia en España de media docena de casos preocupantes, con militares que podrían estar utilizando o participado activamente en algún foro de tendencia islamista, principal medio de intercomunicación y captación de estas redes. Las investigaciones, al menos hasta el momento, “no han sido concluyentes”.

Investigación de FBI y CIA
La alerta inicial, que ha puesto sobre la pista a España, parte de una larga investigación iniciada por el FBI y la CIA tras el asesinato en 2009 de 13 soldados en Fort Hood (Texas). Aquel atentado fue obra de Nidal Hassan, un militar infiltrado por Al Qaeda en las filas norteamericanas. Las inquietantes conclusiones preliminares de ese informe se filtraron a la prensa estadounidense hace una semana: cerca de un centenar de militares de la U.S. Army y del Cuerpo de Marines habrían mantenido vínculos con extremistas peligrosos, algunos de los cuales podrían estar preparando más ataques. Entre los sospechosos hay también civiles con acceso a instalaciones militares y hasta reservistas.

Durante sus investigaciones, el FBI detectó vínculos con militares de países aliados. Según ha sabido El Confidencial Digital, estas informaciones fueron trasladadas a través de la CIA y de componentes de la inteligencia militar a aquellos Estados susceptibles de convertirse en objetivo prioritario de islamistas. Entre ellos Reino Unido, Alemania, Francia y, por supuesto, España. Las fuentes de inteligencia y voces militares consultadas por ECD han constatado que la alerta estadounidense resulta “muy preocupante” sobre todo en el caso de Francia, pero también en nuestro país.

Musulmanes fieles, militares leales
Pese a la existencia de elementos sospechosos en las tropas españolas, las mismas fuentes aseguran que la islamización radical no es la tónica general –“ni mucho menos”- de los musulmanes integrados en el Ejército español. En Ceuta y Melilla, casi la mitad de la dotación militar es de confesión musulmana. En algunos casos, muy practicantes. Sin embargo, los resultados obtenidos durante años de observación no habían revelado hasta ahora nada preocupante. Tal y como adelantó El Confidencial Digital en octubre de 2011, los informes descartaban la existencia de vínculos de los militares musulmanes españoles con el islamismo radical.

Por aquel entonces, fuentes militares recordaron que los militares de confesión musulmana destinados en las dos ciudades autónomas del norte de África combinaban sin problema su faceta castrense con las peculiaridades de su religión. Los viernes, con permiso especial de sus superiores, los militares musulmanes salen de sus cuarteles dos horas antes del fin de su jornada –entorno a las 12 de la mañana- para dirigirse a las mezquitas y asistir al rezo. Se han detectado casos de cabos que han llegado incluso a dirigir el rezo cuando no podía ocuparse de la tarea el imam principal de la mezquita. Esta tarea requiere un conocimiento profundo de las escrituras del Corán.

Fuente: http://elconfidencialdigital.com

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