En qué se gasta Defensa nuestros impuestos.

 
El ministro de Defensa, Pedro Morenés, ya lo aseguraba durante la Pascua Militar al iniciar el año: se iban a buscar soluciones a la financiación de los programas de armamento. Se fijarían planes sólidos a medio y largo plazo "para la obtención y el mantenimiento de sistemas, de forma que se cumpla con la previsibilidad necesaria y, de este modo, facilitar el desarrollo de la industria de Defensa". Se trata de tener unas FAS más eficientes a un coste que se adapte a la situación económica actual (no hace falta recordar la crisis que tan protagonista está siendo en la vida de todos los españoles), para lo que Defensa (apoyada por los cuarteles generales) se volcaría en conseguir optimizar los recursos sin perder un mínimo de seguridad. 
 
Hasta el momento, poco se conocía sobre las cifras (sobre todo económicas) de los materiales para los Ejércitos. Desde la llegada del nuevo Gobierno, parece una prioridad informar sobre dichas adquisiciones. Algo que la sociedad debe agradecer, ya que es imprescindible que se conozca en qué se "gastan" nuestros impuestos, y si dicho gasto es en pro de nuestra seguridad y protección, se hace aún más necesario. Como ejemplo un botón; el Ejército de Tierra acaba de hacer públicos dos proyectos armamentísticos como la entrega de los nuevos misiles Spike-LR y la culminación de la adquisición de la ametralladora MG-4E.

Misiles Spike-LR

Como desde Tierra anuncian, el avance de la presencia del nuevo misil Spike-LR en las unidades es imparable y, poco a poco -la entrega se está haciendo escalonadamente-, va comiendo terreno al MILAN, que desaparecerá por completo. "Al principio cohabitarán durante unos seis meses para evitar que las unidades pierdan sus capacidades contra carro", explica el jefe del Programa Spike, coronel Bernal.

Misil MILAN

Este programa, con una dotación económica de 324 millones de euros, proveerá al Ejército con un total de 236 puestos de tiro y 2.310 misiles Spike -cantidad corregida de la previsión inicial de 2.360 unidades, a causa del incremento experimentado por el IVA desde su firma hasta la actualidad-, que van destinados a las unidades de Defensa Contra Carro (DCC) de los batallones de infantería y grupos de caballería (más 24 lanzadores para infantería de marina).
 "El cumplimiento de los plazos de las dos entregas anuales (24 puestos de tiro y 240 misiles por entrega), por parte de la empresa, está siendo estricto", precisa  a través del Ejército, el coronel Bernal. Por el momento, han llegado a las unidades militares la mitad del total del programa y las entregas concluirán en mayo de 2014. A lo largo de 2012, las unidades que recibirán nuevos puestos de tiro y misiles en dotación serán las Brigadas de Infantería Ligera "Alfonso XIII" II de la Legión, "Galicia" VII, Mecanizada "Guzmán el Bueno" X, Acorazada "Guadarrama" XII, la Jefatura de Tropas de Montaña y, por último, la Brigada de Caballería "Castillejos" II. Los primeros llegaron, en abril de 2010, a las comandancias generales de Ceuta y Melilla.

Por otra parte, todo el apoyo logístico que requiere el nuevo misil (equipos de mantenimiento de 2º, 3º y 4º escalón, herramientas, equipos de pruebas y simuladores de adiestramiento) ya ha sido recepcionado, distribuido e instalado en las unidades de destino. Dos equipos de pruebas ya están operativos en los polvorines del Centro de Adiestramiento "San Gregorio" (Zaragoza), de "Cerro Negro" (Toledo) y, más adelante, habrá un tercero en el polvorín de "El Vacar" (Córdoba). "Estos equipos realizarán la diagnosis de los misiles, así como las pruebas que deben pasar obligatoriamente a los diez años de su almacenamiento", confirman desde Ejército.

En cuanto a los simuladores, según hace público Tierra, al tratarse de un misil muy complejo, este tipo de adiestramiento resulta realmente eficaz y más económico. Para ello, se han adquirido tres simuladores: uno mecánico (MT), que sirve para practicar la manipulación del misil; otro de campo (ODT), que permite el entrenamiento de todas las acciones, excepto el disparo, en condiciones reales; y otro de sala (IDT), el más complejo, "que permite adiestrarse en todas las etapas del lanzamiento, mediante imágenes en modo diurno e IR, en diferentes escenarios. Además de sus ventajas a nivel operativo, la incorporación de este misil a las dotaciones de las FAS también implica una aportación a la industria de Defensa española. Y esto es gracias a que seis puestos de tiro y piezas de repuesto son de tecnología israelí y pertenecen a la empresa Rafael, pero la manufactura es española -General Dynamics Santa Bárbara Sistemas y Tecnobit-.

Una nueva ametralladora por 20 millones de euros
Ametralladora MG-4E.

Asimismo, para finales de 2012, la Sección de Armamento y Sistemas de Artillería (SASAR), de la Dirección de Sistemas de Armas (DISAR), culminará el proceso de adquisición de la ametralladora ligera MG-4E, diseño de la empresa alemana Heckler & Koch (H&K). 

Según las previsiones del Ejército de Tierra, "las últimas recepciones completarán el total de 1.800 unidades previstas en los contratos sucesivos que el Ejército ha firmado con H&K desde 2006, por un importe final cercano a los 20 millones de euros". Las primeras MG-4E están totalmente operativas desde 2008,  y en la actualidad forman parte de la dotación de material de las academias General Militar, de Caballería y de Logística, en todas las brigadas de Infantería Ligera, Acorazada y Mecanizada, en la de Caballería, así como en el Mando de Operaciones Especiales. A nivel operacional también se encuentran a disposición de las tropas en  Afganistán.

Como en el caso de los misiles Mistral y Spike, la nueva ametralladora MG-4E desplazará a la Ameli "-de la que se adquirieron muy pocas unidades-, aunque no significará el abandono de la MG-42/58 (en sus versiones 1A1, 3 y 3S), según especifican los medios oficiales de Tierra.
Entre sus características -las que resultan perfectas para las operaciones internacionales de los militares españoles- destacan que la MG-4E pesa 7,9 kilos y mide poco más de un metro, tiene un calibre de 5,56 milímetros y una cadencia de tiro de entre 850 y 900 disparos por minuto, con una velocidad máxima del proyectil de 920 metros por segundo. Su alcance efectivo es de un kilómetro y el máximo de cuatro. El sistema de recarga es accionado por gas, el de disparo es rotativo y el cargador consiste en una cinta de eslabón desintegrable para 200 cartuchos.

Fuente: http://www.revistatenea.es

Comentarios

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