Los marines actualizan sus blindados de combate.

 
Fuerza expedicionaria por excelencia, para el Cuerpo de Infantería de Marina de los EEUU sus vehículos blindados son de vital importancia para el componente de combate terrestre. Luego de años de constantes despliegues operativos, en muchas ocasiones en zonas de conflicto, los vehículos de combate del USMC han sufrido un notorio desgaste tanto por su constante uso como por las pérdidas operacionales. 

A ello se le suma los años en servicio (en algunos casos llegan a las 4 décadas) por lo que no resultaría llamativo que ciertos componentes de los mismos hayan comenzado a manifestar  obsolescencia pese a los SLEP y actualizaciones recibidas. Lo ideal (y previsto) hubiera sido un reemplazo, pero el fracaso de algunos de estos programas así como los constantes ajustes presupuestarios han provocado que varios de estos sistemas de armas tendrán que continuar prestando servicio por algunas décadas más. Los casos en los que hemos decidido centrarnos son el vehículo de asalto anfibio AAV7 y sus variantes, la familia de vehículos blindados  ligeros LAV y el tanque M-1A1 Abrams.
 
Rejuveneciendo a un viejo guerrero, el AAV7
Habiendo entrado en servicio en 1972, el Amtrac (o como lo llaman los marines, hog) no solo es uno de los vehículos característicos por excelencia del USMC sino que es su principal medio mecanizado anfibio de asalto. Su misión es transportar el elemento de asalto de superficie (junto a su equipo) de la fuerza de desembarco desde los buques anfibios hasta sus objetivos en tierra firme, constituyendo también el principal medio destinado a realizar operaciones mecanizadas así como el apoyo a las subsiguientes actividades terrestres. Con una expectativa de vida inicial de solo 10 años, los LVTP-7 han tenido que pasar por distintas actualizaciones a los fines continuar en servicio hasta el día de hoy. Y con el actual programa denominado “Survivability Upgrade” se espera que operen hasta el 2035.

Inicialmente denominado LVTP-7, el nuevo vehículo anfibio que reemplazaría al LVTP-5 disponía de tres versiones: transporte de personal (LVTP), puesto de comando (LVTC) y recuperador (LVTR). A comienzos de la década de los ’80 se inicia el primer programa de servicio de extensión de vida el cual incluyó una nueva planta motriz y  transmisión, refuerzo en la suspensión, periscopios con visión nocturna, nuevo sistema de ventilación así como otras mejoras menores. La actualización no solo se aplicaría a la flota existente sino que FMC produciría más de un centenar de unidades adicionales. La nueva versión se denominaría LVTP7A1 (LVTC7A1 y LVTR7A1 para los modelos de comando y recuperador respectivamente), pero muy pronto recibiría la nueva denominación: AAV7A1

AAV7A1 del 31st MEU de maniobras en Corea del Sur

A fines de los ’80 los AAV7 recibirían el Product Improvement Program (PIP) el cual consistió en una serie de actualizaciones a los fines de incrementar su supervivencia, letalidad y comunicaciones. El primer paso fue la adopción de una nueva estación de armamento UGWS Cadillac Gage armada con una ametralladora pesada M2 y un lanzagranadas automático de 40mm Mk19. A los fines de mejorar la protección se optó por equiparlo con blindaje tipo appliqué. El primer contrato fue por el blindaje de acero P900 (similar al Toga aplicado en los M-113 del ejército de Israel) pero posteriormente en la fase II se adoptó uno de tipo espaciado denominado Enhanced Apliqué Armor Kit (EAAK) desarrollado por la firma israelí Rafael. El proceso también incluyó la instalación de un revestimiento interno de kevlar anti-fragmentos en el compartimiento de tropa.

Detalle del kit de blindaje EAAK. Render: Rafael.

El siguiente paso adoptado con el objeto de mantener la flota de AAV7 hasta la llegada del AAAV/EFV lo constituyó el programa Reliability, Availability and Mantainability (RAM) / Return to Standard (RS). El objetivo del mismo no solo era restituir las performances originales del AAV7 sino realizar una reconstrucción íntegra del vehículo, reemplazando en el proceso aquellas partes que manifestasen cierto grado de obsolescencia o problemas de mantenimiento.
 
Para lograr mejores niveles de confiabilidad se procedió con el reemplazo de la planta propulsora y la suspensión, adoptando soluciones ya disponibles. Tanto el nuevo motor turbo diesel Cummins como la suspensión y la transmisión eran derivados o provenían directamente de los ya en servicio en el VCTP M-2/3Bradley del US Army. Con esta modificaciones se logró retornar tanto al despeje (16 pulgadas) como al ratio peso/potencia original (17/1). Iniciado en 1999, el RAM/RS se extendería hasta el 2007, aplicándose a más de 800 AAV7. El mas recientes de los programas de modernización del AAV7 lo constituye el Survivability Upgrade (SU). Implementado en 2014, el mismo se centra principalmente en soluciones que proporcionen una mejor protección así como otras modificaciones asociadas. El principal cambio se verá en el exterior del AAV7 al ser reemplazado el blindaje EAAK por uno de tipo cerámico flotante constituido por 49 paneles que se acomodarán en los laterales y parte superior del blindado anfibio. 

Para hacer frente a minas y a los tan temidos IED, los AAV recibirán en su parte inferior un nuevo panel blindado similar al de los MRAP a los fines de absorber y disipar los efectos de una deflagración. Otras medidas de protección incluyen revestimiento interno de kevlar anti-fragmentos para todo los compartimientos del vehículo, nuevos asientos individuales anti-shock así como la adopción de nuevos tanques de combustibles blindados, los cuales irán montados en el exterior. Estas nuevas medidas de protección pasiva traen aparejadas un notable aumento de peso por lo que la Survaibility Upgrade incluye modificaciones en la planta propulsora, transmisión y suspensión. Esta última provee una elevación adicional de 3 pulgadas, otorgando mayor despeje y por lo tanto, un incremento en la protección contra minas o IEDs. También serán actualizados los water-jets por unos de tipo flujo axial a los fines de mantener los niveles de movilidad durante la navegación.

Interior del nuevo AAV SU. Se aprecia el reeplazo de las bench por los asientos anti-sock
 
El programa tiene previsto llevar al nuevo estándar a 392 AAV (de los 900 que conforman la actual flota) a un costo aproximado de u$s 1.6 millones por unidad. Science Applications International Corp (SAIC), la empresa encargada de realizar el SU, marcó un importante hito del programa al entregar la primera unidad en marzo de este año. Correspondiente al lote inicial de 10 unidades de la fase de desarrollo de ingeniería y manufacturado (EMD), se espera que las mismas pasen por extensas pruebas en el Aberdeen Proving Grounds, en Camp Pendelton así como en otras locaciones. Si las mismas son exitosas, la LRIP se iniciaría en 2017 alcanzándose la IOC en 2019 para llegar finalmente a la FRP en 2023.

Presentación del primer prototipo AAV SU. Claramente se logra distinguir el nuevo blindaje
 
Cabe mencionar que en 2011 el USMC, luego de haber gastado u$s 3.000 millones,  canceló el programa Vehículo Expedicionario de Combate (EFV) debido a los sobrecostos y por los magros resultados obtenidos. Ante la necesidad de encontrar un nuevo reemplazo para los AAV, el USMC inició el programa Amphibious Combat Vehicle (ACV) el cual se encuentra en etapa de evaluación de prototipos. Los modelos de BAE Systems y SAIC resultaron los finalistas, esperándose que para 2018 los marines se decidan por uno de ellos.

Manteniendo la capacidad de reconocimiento.
Ante la necesidad de contar con unidades equipadas con medios que permitiesen despliegues rápidos, conjuntamente el US Army y el USMC iniciaron a comienzos de los ’80 el programa LAV, donde resultaría ganador el Mowag Piranha en su versión 8×8. Antes de que se iniciasen las primeras entregas, el US Army se retiró por problemas presupuestarios, dejando solos a los marines los cuales terminarían por adquirir inicialmente 758 en sus distintas variantes.
 
Tal como el LVTP-7, el USMC tenía previsto que el LAV sirviese por unos 20 años, planeando que para el año 2003 estuviese listo su reemplazo pero los constantes recortes presupuestarios lo impidieron. El servicio tuvo que conformarse con realizar una serie de modernizaciones, tal como veremos, y de mantener un programa de extensión de vida  a lo fines de garantizar su servicio hasta bien entrado el año 2035. En los ’90 los LAV recibirían algunas mejoras en su protección, adoptando inicialmente kits de blindaje cerámico con el sistema LAST, ofreciéndole protección de impactos de hasta 14,5mm . Posteriormente se adoptaría Blindaje Cerámico Compuesto fabricado por Rafael, el cual proveía defensa contra impacto de 20mm. Sin embargo los programas de extensión de vida útil más profundos se iniciaron entrado el siglo 21 una vez que la flota de LAV comenzó a mostrar serios signos de corrosión, obsolescencia en algunos de sus sistemas y ciertos problemas en su mantenimiento.
 
En el año 2000 se comienza con el SLEP que llevaría a los LAV al estándar A1. Este programa se iniciaría a los fines de mejorar la supervivencia, confiabilidad, letalidad y reducir los costos operacionales y de mantenimiento. Se aplicó un sub-programa denominado RAM (Reliability, Avalability y Maintenance) centrado en realizar mejoras menores en los LAV tales como el reemplazo sistemas eléctricos propensos a fallas o mejoras en los controles de corrosión, todo ello a los fines de reducir la tasas de fallo y los niveles de obsolescencia. El RAM también incluyó la adquisición de nuevos equipos y herramientas para facilitar las tareas de mantenimiento. En lo que respecta a protección, nuevos paneles de camuflaje fueron incorporados, no solo con el objetivo de disminuir la firma visual sino también la térmica. La letalidad del LAV-25 se mejoraría con la actualización de  los sistemas de puntería y visión termal así como con la modificación del cañón M242 de 25mm además de proveer nuevo software a los fines de poder emplear la munición APFSDS-T.

A mediados de la década, y luego de la experiencia ganada a sangre y fuego en los campos de batalla de Iraq y Afganistán, el USMC no solo vio la necesidad de incrementar sus compañías de LAV pertenecientes a los Light Armored Reconnaissance Batallions sino que también consideró necesaria una profunda modernización de la flota completa de la familia LAV. Esto se debía a un requerimiento operacional de la fuerza así como a la necesidad de extender la vida útil de sus LAV hasta por lo menos el año 2035, ya que la posibilidad de un reemplazo a mediano plazo cada vez se hizo más lejana. El primero de estos programas fue llevar la flota completa de LAV al estándar A2, a lo que le seguirían una serie de sub-programas destinados no solo a mejorar las distintas versiones existentes sino también con el objeto de extender la vida útil de los mismos.
 
El LAV-25A2 incluyó mejoras en protección, letalidad y modificación de distintos sistemas ya anticuados:
– Protección: Incorporación de nuevo revestimiento interno de kevlar y sistema automático interno contra-incendios. Nuevos kits de blindaje, tanto balístico como para protección contra minas e IEDs. Dentro del sub-programa Survivability Part II se incluyeron asientos anti-shock, nuevo blindaje para la zona inferior y nuevos tanques externos de combustible.
– Letalidad: Provisión de un nuevo sistema de puntería Raytheon AN/APS-13 ITSS (lo que mejoró considerablemente la capacidad todo tiempo) que le provee mejorada capacidad de detección a larga distancia, telemetría láser y soluciones de tiro de manera más rápida. La torreta armada con el cañón de 25mm vio reemplazados todos sus sistemas hidráulicos por otros de tipo eléctrico, lo que significó una mejora tanto en rendimiento/confiabilidad así como una reducción en tareas de mantenimiento.
– Movilidad: Debido al peso adicional se adoptaron nuevos componentes para la suspensión de II generación. Los mismos consistieron en los amortiguadores, puntales, barras de torsión, eje de transmisión y rótulas de dirección.

LAV-25 durante maniobras en el campo de instrucción de Twentynine Palms. A simple vista se aprecia la placa de blindaje frontal y los escudos de blindaje transparente en la torre. Imagen: Airman Christopher J. Dyer – USAF.
  
Las distintas versiones de la familia LAV también incorporarían algunas de las mejoras del LAV-25, tales como mantas balísticas, escudos protectores (blindaje transparente), sistema de traqueo Blue Force, nuevo equipo para la tripulación (protección y comodidad), nuevos montajes para armamento y cobertura superior (para climas cálidos).
 
Algunas de las versiones también sufrirían actualizaciones. Por ejemplo, el LAV C2 (Comando y Control)  vería modernizados sus sistemas de comunicación HF y satelital (con mejora en sus capacidades de transferencia de datos y voz), nuevas estaciones de trabajo, reemplazo de su intercom y provisión de nuevo software y hardware para su sistema de coordinación de apoyo de fuego. El LAV-AT A2 se le reemplazaría su obsoleta torreta lanzadora de misiles Emerson M-901 por una del tipo ATWS M-220E3, lo cual implicó notables mejoras al permitirle lanzamiento en movimiento, aumentar la confiabilidad y  sus capacidades de detección, capacidad de recarga múltiple y empleo de misiles pesados actuales y futuros. Dentro de los planes, y siempre que el presupuesto lo permita, se tiene previsto realizar actualizaciones a los distintos sistemas de las versiones transporte de mortero y recuperador.

LAV-AT con el nuevo lanzador M-220E3
 
Recientemente se anunció el avance en de otros sub-programas que tienen como objeto mejorar considerablemente la movilidad de los LAV. Dentro del Survivability Part II (inicialmente incluyó nuevos ABS y sistema de inflado) se encuentra el Mobility and Obsolescence Program, el cual tiene previsto restaurar las performances perdidas por la plataforma y corregir la obsolescencia de distintas partes automotrices por medio de tecnologías ya disponibles (LAV vendidos vía FMS y aplicando soluciones del Stryker).  El MOP incluye el reemplazo de la planta motriz y transmisión, sistemas de dirección y reemplazo del panel del conductor por uno digital. Considerando que el costo por unidad se estima en u$s 530.000, no resulta sorpresivo que los marines solo pretendan aplicar esta última modernización a la mitad de su flota de LAV, destinando lo sobrante para buscar un reemplazo. Pese a ello, el USMC es consciente de que existirá una brecha entre el LAV actual y el futuro modelo, con la consiguiente imposibilidad de mejorar capacidades que ello implica.
 
Nuevas capacidades para el M-1A1 Abrams.
Sin dudas el M-1A1 Abrams es la plataforma de combate terrestre de los marines que ofrece los mejores niveles de letalidad, maniobrabilidad y supervivencia, otorgándole a las operaciones de los infantes de marina una inmejorable capacidad de apoyo. Pese a que el USMC los utilizó durante Desert Storm, la gran mayoría de los mismos eran M-1A1HA prestados por el US Army. 

La fuerza recién recibiría sus propios Abrams entre 1990 y 1992, prestando servicio en las operaciones Restore Hope (Somalia), Iraqi Freedom (Irak) y Enduring Freedom (Afganistán). La actividad operacional en los mencionados conflictos no solo generaría nuevas experiencias y doctrina en el empleo de tanques en misiones de estabilización,  ambiente urbano y operaciones COIN, sino que también provocarían un intenso desgaste (y pérdidas) en la flota de Abrams del USMC. El cuerpo de infantería de marina norteamericano se vio ante la necesidad no solo de mantener capacidades sino también de incrementarlas en ciertos aspectos, tales como protección, letalidad y movilidad. Por esta razón se implementó el denominado Reset, Sustain and Enhance (Recomponer, mantener y mejorar), aplicado a los distintos sistemas de armas blindados y de apoyo de fuego.

M-1A1 avanzando por una ruta iraquí. El tanque que encabeza la columna está equipado con un arado anti-minas

De esta forma los M-1A1 incrementarían su protección al recibir nuevo blindaje inferior contra minas e IEDs y equipos de contramedidas electrónicas. Con el objeto de optimizar las comunicaciones con la infantería cuando se opera en ambiente urbano, se proveyó al Abrams de un teléfono de infantería. En lo que respecta a letalidad, el Fire Enhancement Program implicó la dotación de un nuevo sistema termal (x50 de magnificación) para el tirador así como un nuevo telémetro láser capaz de otorgarle al comandante grillas de 10 dígitos a los fines de coordinar fuego de artillería. De igual manera, la estación del cargador fue provista con un kit de observador adelantado/controlador aéreo lo que significó una mejora en las comunicaciones y dirección de medios aéreos.

A los fines de incrementar las capacidades del cañón de 120mm para apoyar a los infantes de marina, se introdujeron en servicio dos nuevas municiones. La Multi-propósito Alto Explosivo (MP-HE) y una de tipo canister. Por último pero no menos importante, la estación de armamento del comandante sería reemplazada por una de nueva generación (SCWS), la cual es estabilizada, de operación remota y equipada con FLIR y cámara diurna. En la etapa de reconstrucción de los M-1 Abrams, los mismos no solo vieron reemplazados aquellos componentes obsoletos o defectuosos, sino que también vieron mejorada su movilidad al dotarlos con un nuevo sistema de suspensión (ASU). La actualización significó una extensión en la vida útil de ciertos componentes así como una reducción en las tareas de mantenimiento. A los fines de continuar incrementando las capacidades de sus tanques, el USMC anunció recientemente la implementación de una nueva serie de modificaciones resultantes de los feedbacks de tanquistas que prestaron servicio en Iraq y Afganistán.
 
La más importante la constituye la incorporación del Abrams Integrated Display and Targeting System (AIDATS), el cual tiene previsto el reemplazo de la cámara termal y diurna pertenecientes a la estación de armamento del comandante. La provisión de nuevas cámaras de última generación les otorgará capacidad todo-tiempo y en cualquier condición (humo, niebla, etc) mientras que la nueva pantalla a color significará un importante avance, ya que previamente se carecía de la capacidad de distinguir colores. La mejora en los sistemas ópticos del comandante implica un notable incremento en lo que es la detección e identificación de blancos. Uno de los beneficios de la nueva pantalla es que minimizará los movimientos del comandante del tanque, permitiéndole enfocarse en la acción. AIDATS también incorpora un indicador de azimuth, lo que permite al comandante saber la posición de su estación con respecto al movimiento del Abrams.
 
Nuevas pantallas pertenecientes al AIDATS

Otra modificación, también destinada para el comandante, consiste en unificar los joysticks de control de la torre y de la estación de armamento en un solo mando,. El  aumento en la eficiencia de los sistemas se traduce menores tiempos de respuesta. La última mejora ha sido denominada slew-to-cue (girar-para-señalar) y permite al comandante del tanque desplazar la torre (controlada por el tirador) con solo apretar un botón. Esta modificación le permitirá a al comandante desplazar la torre principal allí hacia donde esté apuntando con su estación de armamento. Con el slew-to-cue no solo se gana una capacidad símil hunter-killer sino que según las pruebas realizadas, el conjunto de los 3 sistemas mencionados han reducido el tiempo de reacción en un 50%. Si las pruebas mantienen su curso y no surgen inconvenientes, el USMC tiene previsto incorporar las nuevas mejoras en el primer trimestre del 2018, extendiéndose las mismas a 400 Abrams.
Fuente:
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