El líder del partido-milicia chií libanés Hezbolá, Hasan Nasralá, se
ha dirigido esta tarde a Israel con una amenaza concreta: “Estamos junto
a la resistencia popular siria para liberar los Altos del Golán”.
Nasralá ha anunciado en su primer discurso tras los ataques israelíes en territorio sirio
que la milicia apoyará al régimen de Bachar el Asad “militarmente,
financieramente y moralmente, como Siria apoyó a la resistencia libanesa
para liberar el sur de Líbano”. Nasralá ha advertido que la “venganza” del régimen de Bachar al Asad
contra Israel será “estratégica” y no apresurada y ha señalado como
respuesta el despliegue en la zona ocupada desde 1967. “A aquellos que
siguen hablando sobre la falta de acción de Siria en el Golán les digo
que el frente está abierto”. Siria ha amenazado esta semana con tomar represalias
contra los dos ataques lanzados por Israel contra varias instalaciones
militares y de investigación en los alrededores de Damasco. “Queremos
una venganza estratégica abriendo la puerta de la resistencia”, citaba
este jueves el diario libanés prosirio Al Akhbar al propio Bachar el Asad en un encuentro con libaneses.
Nasralá ha hecho suya la tesis de que el objetivo de los ataques
(ninguno de ellos ha sido confirmado por el Gobierno israelí) era parar
el traspaso de armas desde Siria dirigidas a Hezbolá. Se trata de la
tercera incursión de este tipo que tiene lugar este año, tras un
bombardeo similar ocurrido en enero. Según el líder islamista, el
verdadero propósito es “eliminar a Siria de la ecuación” como principal
aliado de la milicia, algo de lo que ha acusado también a los “Estados
de la primavera árabe” que han mostrado su apoyo al
levantamiento contra El Asad. “Los árabes están ascendiendo sobre los
escombros de Siria”, ha dicho. Dentro de la escalada de tensión retórica que se vive en los últimos
meses entre Israel y la milicia libanesa, Nasralá ha hecho una clara
advertencia al Estado judío. “Escucha, Israel, Siria dará a la
resistencia [Hezbolá] armas como no hemos tenido nunca”, armas capaces
de “cambiar el equilibrio del juego”, ha dicho tras apuntar que el
verdadero objetivo de los ataques es impedir que Siria mejore la
capacidad militar de los islamistas. En este sentido, Nasralá ha hablado en nombre del régimen sirio, al
que ha alabado por “perseverancia” y “prudencia” en la supuesta
respuesta a los ataques, pero ha dejado muy claro que habrá una.
Y aquí
es donde entra Hezbolá, dispuesto a apoyar sin concesiones las acciones
de Damasco tras una “calmada evaluación”. El diario Wall Street Journal
publicaba este miércoles que el régimen de El Asad había iniciado el
pago de 900 millones de dólares para adquirir un sistema de defensa de
misiles antiaéreos S-300 rusos. EE UU se ha unido a las exigencias de
Tel Aviv a Moscú para frenar una operación que, de producirse, sería
“desestabilizadora”, según ha expresado el secretario de Estado
estadounidense, John Kerry, desde Roma. Desde este lunes, Israel mantiene el nivel máximo de alerta en su frontera norte. Tras dos años enquistado, el conflicto sirio amenaza con sacudir toda la región. El pasado martes, Nasralá confirmó la presencia de milicianos de Hezbolá en Al Qusayr,
en la provincia de Homs. Desde entonces, la oposición siria ha acusado
repetidamente a la milicia libanesa de liderar varios ataques contra las
fuerzas rebeldes que combaten al Ejército de El Asad. A ello se suman
las intervenciones israelíes contra objetivos estratégicos en suelo
sirio, que colocan a ambos actores luchando en el mismo suelo.
Fuente: http://internacional.elpais.com/
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