“Buscaos la vida”. La odisea de los encargados de mantenimiento del material del Ejército: Defensa rescinde los contratos con empresas externas.


Una pieza más del complejo engranaje de recortes que se cierne sobre las Fuerzas Armadas. Defensa ha decidido romper los contratos de mantenimiento de material y programas, optando por que sean los propios militares quienes se ocupen de mantener en funcionamiento las piezas. La más afectada por esta rescisión de contratos de externalización será Indra, que pierde los contratos de mantenimiento para el programa PASI y el radar COAAAS de localización de objetivos.

La multinacional española llegó a firmar un contrato por más de millón y medio de euros por el mantenimiento de aviones no tripulados (UAV) Searcher MKII-J –usados en Afganistán-, comprado a la israelí IAI. Según ha podido saber El Confidencial Digital, el contrato de mantenimiento de los radares COAAAS ha sufrido su misma suerte. Defensa se encarga ahora de las reparaciones de estos dispositivos de localización de objetivos.

Además, aseguran que las Fuerzas Armadas se enfrentan a la falta de repuestos y conocimientos técnicos avanzados sobre las piezas. Estos dos no son más que un ejemplo de otros muchos contratos de mantenimiento que se están rescindiendo por parte del Ministerio. Fuentes militares consultadas por El Confidencial Digital aseguran que estos contratos de mantenimiento firmados con compañías civiles suponen un “excesivo gasto con respecto al coste que supondría realizar lo mismo por el propio Ejército.”

‘Buscarse la vida’
Según fuentes consultadas han explicado a ECD, a la hora de reparar un equipo nuevo, los parques de mantenimiento se encuentran con un gran problema: la falta de piezas de repuesto y de formación para su reparación.

Los militares pueden suplir la falta de formación de dos maneras:
- ‘Cursos de reciclaje’. En estos cursos, la mayoría de ellos eliminados por falta de presupuestos, los militares aprenden el funcionamiento o reparación de las nuevas piezas adquiridas por el Ejército.
- Búsqueda de manuales. En la mayor parte de los casos, los militares se ven obligados a “buscarse la vida” acudiendo a las fábricas encargadas de los dispositivos para conseguir el manual de instrucciones de la pieza. En la mayoría de ocasiones dicho manual es insuficiente para realizar su reparación.

Con frecuencia, los militares tienen dificultades para encontrar los manuales de los nuevos dispositivos. Fuentes consultadas por ECD denuncian que, con frecuencia, los libros de instrucciones, que les facilitan desde los distribuidores, se encuentran en idiomas extranjeros que presentan dificultades para los militares. Frente a la falta de piezas, los parques de mantenimiento tienen que asignar la familia de apoyo encargada de su reparación, se cataloga la pieza y se piden las existencias a los proveedores. Este proceso suele tardar entre ocho meses y un año.

No todos se han rescindido
Algunas empresas como Isdefe, Santa Bárbara Sistemas General Dynamics –RG-31- o Amper –inhibidores de frecuencia- continúan ofreciendo sus servicios a Defensa. Según ha podido saber El Confidencial Digital, estas empresas son algunas de las que conservan aún sus contratos en vigor con el Ministerio de Defensa, ofreciendo servicios de mantenimiento y consultaría.

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