La Fiscalía de Nueva York investiga las ventas de armamento de Irán a Venezuela.


La Fiscalía de Nueva York está investigando desde hace dos años la venta de aviones no tripulados por parte de irán a Chávez, la puesta en marcha en Venezuela de factorías de producción de pólvora y otros productos químicos con el directo respaldo iraní, los envíos camuflados entre ambos países, las transferencias financieras sospechosas y la implicación en la dotación de armamento a Venezuela de empresas de defensa iraníes sancionadas por su vinculación con programas de misiles. Según informa el diario español  ABC, Washington quiere asegurarse de que Irán no utilizará a Venezuela para ningún tipo de represalia contra EEUU en el caso de que este país acabe atacando las plantas nucleares iraníes. En lo que a UAV se refiere, Irán ha vendido a Venezuela  sistemas  ANT-1X  y el llamado «Mohajer», avión no tripulado de factoría iraní cuya venta se habría visto respaldada con la construcción de una  fábrica para la producción de estos aparatos en la base aérea de Maracay.

ABC ha tenido acceso a la documentación financiera  de la venta de los “Mohajer”  en la que se revelarían  transacciones secretas  y desproporcionadas en el monto respecto a lo oficialmente adquirido, entre la Compañía Anónima Venezolana de Industrias Militares (Cavim) y la Aviation Industries Organization (AIO) del Ejército iraní. Llaman la atención los  28 millones de dólares transferidos en dólares por Cavim  a AIO, a través de Commerzbank en Fráncfort,  luego convertidos en euros para esquivar la vigilancia bancaria, teniendo en cuenta que esta cantidad es muy superior al coste de los UAV adquiridos. Todo apunta a la compra  a Irán de servicios y “soporte” complementarios que tendrían que ver, al menos en parte, con la construcción de instalaciones cuyo fin no está claro, en la base aérea de Maracay.

Según detalla el rotativo español, la construcción de las instalaciones para albergar a los UAVs (dos hangares y un edificio de control) fue encargada por AIO a Comarven, propiedad del empresario Omar Flores, que habitualmente trabaja con Cavim. La obra, detalla ABC, quedó terminada en 2010 y por ella Flores cobró 2,4 millones de dólares, transferidos a su cuenta de una sucursal del Banco Santander en Valparaíso (Chile). Se ha constatado el envío desde Irán de hasta 70 grandes contenedores, que habrían entrado en Venezuela como envíos civiles a Venirauto, empresa mixta de automóviles Venezuela-Irán, que curiosamente ha situado una sede a pocos metros del complejo militar de Maracay. EEUU cree que la construcción de los hangares en Maracay pudo haberse hecho como tapadera para otro proyecto militar más sensible, señala ABC,  dado que en realidad lo que iba a ser una fábrica de drones nunca ha tenido ese fin. Estas sospechas fueron alimentadas con la extraña explosión ocurrida en un edificio adyacente en enero de 2011.

Fuente: http://www.defensa.com/

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