El Gobierno teme que Afganistán se convierta en un problema. Informes diplomáticos alertan de un plan de EE.UU. para que tropas españolas refuercen las zonas más calientes del país.


Existe una honda preocupación en el Gobierno de Mariano Rajoy ante la cumbre de la OTAN de Chicago, que se celebrará el próximo mes de mayo. Informaciones diplomáticas llegadas a Madrid apuntan a un posible plan de Estados Unidos para solicitar a sus socios en la misión afgana –entre ellos España- que les ayuden con aquellas zonas donde la transición resulta imposible por la alta presencia de la insurgencia.

Así lo aseguran a El Confidencial Digital fuentes del Gobierno. La próxima cumbre de Chicago será determinante para delimitar cuál y cómo será el calendario de retirada progresiva de las tropas de Afganistán. Y las dudas que ha generado en el Pentágono el plan de Obama –salir del país antes de que finalice 2014- podrían trastocar el actual calendario ‘oficial’. Por eso mismo, tal y como desveló recientemente ECD, Defensa ha puesto en punto muerto los planes de retirada, ante los eventuales cambios en la misión que puedan surgir tras la cumbre Chicago.

Reforzar las zonas ‘complicadas’
Según confirman a ECD fuentes gubernamentales, la situación podría ir un paso más allá. En el seno del Ejecutivo de Mariano Rajoy existe el temor, fundado en informaciones llegadas a través de canales diplomáticos, de que Estados Unidos solicite formalmente a sus socios –en particular a aquellos que afrontan una retirada ‘fácil’- que refuercen temporalmente ciertos puntos ‘calientes’ del país con parte de las tropas que vayan saliendo del país.

Ese esfuerzo, que supondría aumentar considerablemente la exposición y el peligro bajo el que se encuentran los efectivos españoles, trae de cabeza a ciertos miembros del Gobierno español. La actual misión, pese desarrollarse en un escenario de guerra evidente, discurre con mucha más tranquilidad que la de otros aliados, como Canadá, Alemania o Reino Unido, además de Estados Unidos. Preocupa, además, el desgaste político que supondría este posible giro inesperado de la misión afgana, ya que de producirse -"aunque fuera sólo un tanteo"-, sería un compromiso difícilmente eludible para la diplomacia española.

Fuente: http://elconfidencialdigital.com

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