El Ejército del Aire se prepara para actuar en crisis como la de Libia.

 
El Mando Aéreo de Combate organizó durante las dos últimas semanas del mes de marzo el ejercicio Sirio / Tormenta 2012, en el que participaron todos los aviones de las unidades de combate y apoyo al combate del Ejército del Aire, además de parte de las de las fuerzas auxiliares. Este ejercicio, según informa el Ejército del Aire en su página web, es el más importante que realiza el Ejército del Aire a lo largo del año, tanto por el número de aeronaves, recursos e instalaciones implicados, como por la extensión geográfica afectada.
El Sistema de Mando y Control ha sido una pieza fundamental en el desarrollo del ejercicio, en el que las unidades de las Fuerzas Armadas ponen en práctica las distintas formas de empleo del Poder Aéreo. El empleo de una campaña de doble acción, en la que se practica la consecución de la superioridad aérea y la superioridad en el enfrentamiento, permite al Ejército del Aire entrenar al personal encargado del planeamiento y control de las operaciones y a las fuerzas encargadas de ejecutar esos planes.



 
 
 
 
 
 
 
 
 
En la fase SIRIO, en la que la mayor parte de las unidades vuelan desde sus bases de operación habituales, los medios aéreos trabajan en dos bandos. Una parte de los aviones simulan las acciones de un hipotético enemigo, mientras que la otra pone en práctica los planes de Defensa Aérea que no están activados en tiempo de paz, con la finalidad de aumentar el nivel de adiestramiento del Mando Aéreo de Combate en las áreas de mando y control, tanto desde instalaciones fijas como desplegables. Además, se ejercita la conectividad con entidades y sensores del Ejército de Tierra y la Armada integrados en el Sistema de Defensa Aérea.


El objetivo de la fase TORMENTA es el adiestramiento en las áreas de planeamiento y ejecución en el nivel táctico. Las unidades implicadas despliegan a la Base Aérea de Zaragoza para utilizar el armamento aire-suelo real en el Polígono de Bardenas y llevan a cabo misiones contra el poder aéreo enemigo y de apoyo a las fuerzas de superficie, a través del planeamiento y ejecución de operaciones aire-tierra con empleo de armamento real. 
 
Con este entrenamiento, el Ejército del Aire pretende "mantener engrasada" su maquinaria interna  para que "pueda reaccionar con la suficiente rapidez y eficacia en los momentos de crisis en los que el Gobierno estime necesario su intervención, como ocurrió el pasado año con la crisis de Libia".
 
Fuente: http://tecnologamilitar.blogspot.com.es/

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