Asia supera a Europa en gasto militar.

- El auge de China y los recortes europeos en Defensa llevan al adelanto en 2011.
- Las inversiones militares estadounidense y latinoamericana también se contraen.
- Washington sigue gastando cinco veces más que Pekín.

La relación de fuerzas entre las potencias mundiales está cambiando a una velocidad vertiginosa. Durante siglos, la mayor prosperidad económica y desarrollo tecnológico se han traducido en una superioridad militar de Europa sobre Asia. Esa época se ha evaporado al sol del poderoso crecimiento asiático. El esperado adelanto ya no es un punto indefinido en el futuro: en 2011, por primera vez en la historia moderna, el gasto militar de Asia ha superado el europeo. Esto es lo que se desprende de los datos que publica hoy el Instituto Internacionales de Investigaciones para la Paz de Estocolmo. 

El histórico adelanto es, de momento, mínimo. En 2011, Asia (sin incluir Rusia y Oriente Próximo) invirtió en gasto militar 336.000 millones de dólares. Europa (desde Portugal hasta Lituania, y desde Islandia hasta Turquía) gastó 326.000. Pero, hace una década, Europa gastaba un 50% de Asia. El dato, naturalmente, responde sobre todo al impresionante ascenso de China y a los recortes europeos en Defensa impulsados tras el estallido de la crisis económica. La lectura geopolítica de esas cifras necesita por supuesto infinitas matizaciones. Si Europa es un bloque bastante homogéneo y con cierto grado de convergencia de intereses, Asia es un continente enorme, muy heterogéneo, con potencias rivales, fricciones regionales y alianzas variadas. Su gasto militar es fragmentado y el retraso tecnológico y organizativo, por lo general, es todavía acentuado con respecto a fuerzas armadas occidentales. Pero el dato es una significativa instantánea de hacia dónde va el mundo.

No es un caso que en un documento publicado el pasado mes de enero Estados Unidos haya consagrado oficialmente su política del “pivote estratégico”, la reorientación de sus esfuerzos militares y diplomáticos hacia el sureste asiático. Pese a que por primera vez desde 1998 redujera su gasto en comparación con el año anterior, la supremacía de Estados Unidos es tal que su inversión militar sigue siendo superior a la de Asia y Europa juntos: 711.000 millones de dólares frente a 662.000 en 2011. Esas cifras representan grosso modo la mitad del PIB de España. China, según las estimaciones del SIPRI, gastó 143.000 (170% más que hace una década); Rusia, el tercer inversor del mundo, 71.000. La reducción del gasto estadounidense (-1,2%) se debe a dos factores: presupuestos más ajustados para reducir el déficit federal; y la retirada de Irak, que ha disminuido los costes bélicos. Aún así, representa un 4,7% del PIB.

En Europa, la mayoría de los gobiernos han decidido grandes recortes en las partidas de Defensa, menos sensibles socialmente que otros capítulos de gasto. En el acumulado desde 2008, España ha cortado un 18%, Italia un 16%, Grecia un 26%; también las tres principales potencias, Reino Unido, Francia y Alemania han recortado, aunque menos. En 2011, el retroceso del continente fue de 1,9%. Las políticas ya puestas en marcha harán que la tendencia se acentuará en los próximos años, pese a la insatisfacción expresada por los aliados estadounidenses y los altos mandos de la OTAN. La pérdida de músculo militar tiene obviamente un precio en la arena internacional; pero, en medio de la durísima crisis, el de los recortes sociales es mayor.

De manera sorprendente, dado su buen crecimiento económico, Latinoamérica también gastó menos que en 2010 en términos reales. El dato se debe a la contracción (-8%) de la inversión decidida por el Gobierno de Brasil –principal potencia militar de la región-; y a las grandes dificultades económicas de Venezuela, que redujo la partida militar en un 7%. Rusia prosiguió en su sostenida senda de aumento de gasto en el sector. Un incremento del 9% con respecto a 2010 elevó el total a 72.000 millones. En total, a causa de los frenazos de Europe, EE UU y Latinoamérica, el gasto militar mundial se elevó en 2011 solo un 0,3%, situándose en 1.738.000 millones de dólares, lo que equivale aproximadamente al PIB de la India.

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