EEUU ensaya con éxito arma hipersónica en el Pacífico el X-51.



El Pentágono reveló este jueves que probó con éxito una bomba voladora hipersónica, que viaja más rápido que la velocidad del sonido, la que dará a los estrategas militares la capacidad de alcanzar objetivos en cualquier lugar del mundo, en menos de una hora. Disparada por un cohete desde las islas Hawai a las 11H30 GMT de este jueves, la “Advanced Hypersonic Weapon” (AHW, “Bomba Hipersónica de Avanzada”) se deslizó hasta la atmósfera sobre el Pacífico “a la velocidad del sonido”, antes de golpear su objetivo en el atolón Kwajalein, en las Islas Marshall, dijo el Pentágono en una declaración. Kwajalein está cerca de 4.000 kilómetros al suroeste de Hawai. El Pentágono no dijo a qué velocidad máxima fue alcanzado el objetivo. 

Los científicos califican de velocidad hipersónica aquella que excede “Mach 5″, o cinco veces la velocidad del sonido (6.000 kilómetros por hora). El objetivo de la prueba fue recopilar información y datos en “aerodinámica, navegación, guía y control de tecnologías térmicas de protección”, dijo la teniente coronel Melinda Morgan, vocera del Pentágono. La AHW forma parte del programa del Ejército Prompt Global Strike (Ataque Global Inmediato), que busca dotar a los militares estadounidenses de capacidades para ubicar armas convencionales en cualquier parte del orbe en menos de 60 minutos. 

Los ya conocidos y convencionales misiles Trident II (los cuales poseen un tamaño estándar, una velocidad conocida y son lanzados de los mismos lugares) han estado a prueba por parte de la marina desde 1993. Sin embargo, el problema es que muchos están preocupados que el lanzamiento de misiles balísticas equipados con múltiples cabezas explosivas pueda desencadenar una crisis mucho más peligrosa que lo que se quería destruir.

Durante el año 1996, Vladimir Putin, el Presidente de Rusia indicó,

"El lanzamiento de tal misil podría provocar una respuesta inapropiada de una de las potencias nucleares; podría provocar un contraataque a gran escala usando fuerzas nucleares estratégicas."

El entonces Secretario de Defensa de USA, Donald Rumsfeld, parecía menos preocupado en relación a la posibilidad que las acciones de América pudiesen ser vistas como una inclinación a un ataque nuclear. Según Rumsfeld, "Todos en el mundo sabrían que el misil es convencional."

A pesar de las anteriores afirmaciones, no todos en el Congreso y entre los expertos en armamento, estaban tan seguros como lo estaba Rumsfeld.

Debido a todo lo anterior, el Departamento de Defensa de USA está mirando al X-51 WaveRider como una solución de reemplazo del actual misil convencional Tomahawk. El dispositivo de 14 ft (4.3 m aproximadamente) de longitud puede viajar a velocidades supersónicas (mayores que 3,600 MPH, 5794 km/h, o Mach 5). A esa velocidad, el X-51 es siete veces más rápido que el humilde Tomahawk y puede hacer el viaje desde el Mar Arábigo hasta el este de Afganistán en escasos 20 minutos. Los misiles Tomahawk demoraron dos horas en hacer el mismo trayecto y fallaron el blanco, Osama Bin Laden, por 30 minutos.


  
       "El X-51"

Según Mecánica Popular
"Lo que el X-51 hace es aprovechar algunos de los más brutales efectos del vuelo supersónico. Consideren las ondas de choque por ejemplo. Viajando por el aire a una velocidad supersónica, se produce un tren de ondas, una después de la otra, que puede derribar un avión. Pero el X-51 es un "cabalgador de ondas", con una aguda nariz moldeada para hacer que las ondas se rompan en el ángulo preciso. Toda la presión es dirigida bajo el misil, levantándolo. Las ondas de choque también comprimen el aire para ayudar a alimentar el proceso de combustión del X-51."

El X-51 puede ser lanzado de un B-52 Stratofortress y llevado a velocidades supersónicas por un cohete.  De ahí en adelante, el propio motor jet del misil se encargaría del viaje.

El X-51 posee la ventaja de ser capaz de golpear objetivos más rápidamente que el misil empleado actualmente, el Tomahawk, y sin ser confundido por un arma nuclear de tamaño mucho mayor.

El 11 de agosto último, el Pentágono probó otro artefacto ultrarrápido denominado HTV-2, que puede desplazarse a 27 mil kilómetros por hora, sin embargo, el intento fracasó. Diversas fuentes aseguran que Washington invirtió solo este año, casi 240 millones de dólares en el proyecto Ataque Global Inmediato, donde se incluyen 69 millones de dólares para la fabricación de la nueva bomba.

Estados Unidos gastó un millón de millones de dólares en la última década en nuevas armas de combate, a pesar del enorme déficit fiscal y la ingente crisis económica que atraviesa. Tal situación ha obligado a disminuir el exorbitante presupuesto militar en alrededor de 450 mil millones de dólares para los próximos 10 años, reconocieron recientemente autoridades federales.

El departamento militar de EEUU calificó de éxito esa prueba que buscaba recolectar datos sobre el comportamiento del vehículo en una misión de largo alcance. Fuentes del Congreso estadounidense informaron anteriormente de que el AHW forma parte del programa de Ataque Global Inmediato (CPGS, por su sigla en inglés)  cuyo objetivo es proporcionarle a EEUU la posibilidad de  llevar armas convencionales a cualquier punto del planeta en menos de 60 minutos.

La Fuerza Aérea de EEUU y la Agencia estadounidense de Investigación de Proyectos Avanzados de Defensa (DARPA)  vienen desarrollando un vehículo similar, según AP. Se supone que el aparato se hundió en el Pacífico tras iniciarse la fase del planeo, poco después de su lanzamiento desde una base aérea en California. Ya era la segunda prueba fallida del Falcon HTV-2 que, en principio, necesita apenas 12 minutos para cubrir la distancia entre Nueva York y Los Ángeles. Durante el primer ensayo, en abril de 2010, los controladores perdieron contacto con el aparato nueve minutos después del lanzamiento.

Fuente: http://www.5septiembre.cu

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