Decisión sobre el combate puede salir este año.


Brasil podría concluir a finales de este año el proceso de elección de un nuevo caza de la Fuerza Aérea Brasileña y comenzar a negociar un contrato con el elegido en el 2012.
El Asesor Especial de la Presidencia para Asuntos Internacionales, Marco Aurelio García, dijo el lunes que no cree más demoras en el proceso iniciado por el ex presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.
 
En declaraciones a los periodistas tras la investidura de Celso Amorim y el ministro de Defensa, García evaluó que "es posible" que el presidente Rousseff tomar una decisión "al final del año" a los combatientes. Esta es una decisión largamente esperada por los tres competidores, francesa Dassault, fabricante del Rafale, el Boeing de América del Norte, que produce el F-18 Super Hornet y la sueca Saab, que fabrica el Gripen NG.
 
A principios de este año, Estados Unidos reforzó su Dilma vestíbulo, después del aplazamiento de la decisión sobre la compra de los aviones de ese país y los senadores se reunieron con Dilma para demostrar que los americanos estaban dispuestos a aceptar las condiciones de la transferencia de tecnología requerido por Brasil. El presidente de EE.UU., Barack Obama, también se refuerza esta posición en la transferencia de tecnología, considerada como la debilidad de la propuesta de EE.UU., durante su visita a Brasil en marzo.
 
Durante el gobierno de Lula, el Rafale fue visto como el favorito para abastecer a los combatientes de la FAB y el ex presidente llegó a firmar una carta de intención con el presidente francés, Nicolas Sarkozy.
 
En la evaluación de García, un nuevo aplazamiento de la definición sobre este tema pone al Brasil que "el riesgo de apagones" en el sector de la defensa.
A pesar de la expectativa de García, el Ministerio de Defensa fue uno de los de mayor capacidad de inversión de los perdedores de este año como consecuencia del ajuste presupuestario de 50 millones de reales, impulsado por el presidente. La carpeta ha perdido alrededor de 4,2 millones de reales de su presupuesto original. Una de las primeras tareas del ministerio por delante Amorim es, precisamente, definir los programas que se verán más afectados por la restricción presupuestaria.

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