Pyongyang amenaza a Seúl por su 'guerra psicológica' contra el régimen.


Corea del Norte amenazó este lunes con tomar represalias contra el Sur si continúa con su "guerra psicológica" contra su régimen y con cortar las líneas de comunicación militar entre ambas partes.

En un comunicado de la poderosa Comisión Nacional de Defensa norcoreana, principal órgano militar, Corea del Norte indicó que "responderá con acciones físicas sin aviso previo, en cualquier momento, contra cualquier objetivo, para hacer frente a la guerra psicológica" contra su país.

Asimismo, el anuncio, trasmitido por la agencia norcoreana KCNA, aseguró que Pyongyang cortará las líneas de comunicación militar entre las dos Coreas y clausurará su oficina de contacto en el Monte Kumgang (Norte), complejo turístico intercoreano que cerró en 2008 tras morir una turista por los disparos de un soldado norcoreano.

"El ejército y el pueblo (de Corea del Norte) no volverán a tratar con el traidor Lee Myung-bak y su clan", cita en referencia al presidente surcoreano, que llegó al poder en febrero de 2008 y cuyo mandato dura cinco años sin posibilidad de reelección.

Este comunicado vuelve a incrementar la tensión entre las dos Coreas en un momento en el que Pyongyang intenta acercar posturas con Estados Unidos para recibir ayuda humanitaria y permitir la reanudación de las conversaciones a seis bandas para tratar su desarme nuclear.

No obstante, Corea del Sur ha reiterado que se opone a reanudar la ayuda alimentaria al país comunista o a sentarse con ellos en una nueva ronda de conversaciones, si Pyongyang no se disculpa por el ataque a una corbeta surcoreana en marzo de 2010 y por el bombardeo de una de sus islas fronterizas el pasado noviembre.

Las conversaciones a seis bandas, en las que participan las dos Coreas, China, EEUU, Japón y Rusia, están suspendidas desde finales de 2008 por decisión unilateral de Pyongyang, que ahora pretende retomarlas. Esta nueva amenaza de Corea del Norte a su vecino del Sur se produce poco después de que el líder norcoreano, Kim Jong-il, viajara a Pekín la semana pasada para reforzar los lazos con su más importante aliado, del que recibe gran parte de su ayuda económica.

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